PDogs Cierra Sus Puertas Nuevamente, Dueño Espera Otra Oportunidad

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En tiempos en donde abrir un pequeño negocio es considerado un suicidio financiero, Alex Yañez se arriesgo y comenzó PDogs, en la esquina de la Avenida Garfield y el Bulevar Century, en el verano de 2010. 

“Hice todo al revés”, dijo Yañez de su restaurante de hot dogs. 

El residente de Hollydale no tenía noción de la producción masiva de alimentos o del mercado a gran escala, pero sabía que quería ofrecer un producto que ningún otro restaurante podría proporcionar dentro de un radio de diez millas a la redonda, más allá de la cadena Weinerschnitzel. 

Mientras que el plan original de Yañez fue abrir una restaurante sobre el Bulevar Paramount, por ende el nombre de PDog, estaba contento de que pudo comprar una propiedad en Hollydale. 

“Había intentado otras propiedades [pero] siempre faltaba algo”, dijo Yañez. “No estaban a la altura”. 

Dentro de un mes de haber comprado la propiedad y cumplido con los trámites legales en el Ayuntamiento de South Gate, pudo obtener las llaves. 

“Fue el primer negocio en la historia de ambos [South Gate y Paramount] que unió a ambos Concejos Municipales para una gran inauguración”, asegura Yañez. “Fue una verdadersa bendición”. 

Sin embargo, las cosas no empezaron bien cuando, según Yañez, un oficial del orden público difundido rumores de que estaba afiliado a una pandilla de Paramount. 

Esto provocó problemas de vandalismo tales como grafiti y ventanas rotas. 

Yañez no se desanimó e interactuó con la comunidad al ofrecer un ambiente amigable y de paz. 

“Poco a poco empecé a tener un grupo de seguidores”, dijo. 

Ofreció su restaurante como un lugar en donde se podían organizar eventos para recaudar fondos para grupos locales, así como un lugar donde se podían reunir clubes de bicicletas low rider. 

Los clientes parecieron disfrutar del ambiente así como la gran variedad de hot dogs. En Yelp, el restaurante tiene cuatro de cinco estrellas. 

“Es buena”, dijo Celeste Becerra de 16 años cuando se le preguntó sobre la comida. “Me gusta el hecho de que tienen eventos para recaudar fondos y que ayudan a las personas”. 

Pero para septiembre se acabó el dinero. 

Alex tuvo que cerrar su negocio por algunas semanas, e incluso tuvo que hacer otros trabajos para invertir dinero en el negocio. 

Cuando Yañez cerró las puertas de su negocio, funcionarios de South Gate intentaron ofrecer su ayuda pero dijeron que no podían darle dinero. 

“Les dije, ‘no necesito su dinero, necesito que me apoyen. Que visiten el lugar’”, dijo Yañez. 

Cuando Yañez logró reabrir el restaurante en noviembre, se sintió solo nuevamente, y los problemas potenciales que había enfrentado en los meses anteriores resurgieron nuevamente en su mente. 

Tuvo que cerrar una vez más en marzo de 2011, y nuevamente en octubre. 

A pesar de que quiere seguir con el restaurante, el acceso a préstamos bancarios ha sido difícil, en parte debido a la renuencia de los bancos en esta economía débil. 

Por el momento, ha contratado a un agente de bienes raíces para ayudarle a vender su propiedad pero espera tener otra oportunidad de continuar.

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